AGUAS
ENCENDIDAS
H. Nazario González
Madrid 1940
Bilbao 1935
IV. LAS COSAS
UN AÑO MÁS
La barca de la vida,
por la mar de los tiempos caminando,
sin playa conocida,
día y noche remando
se va al oculto puerto aproximando.
Bogad, bogad, remeros,
aún la playa se esconde venturosa,
no brillan los luceros,
la noche es tenebrosa,
detuvo su cuadriga el sol gloriosa.
En torno la luz pura
giró otra vez la tierra acompasada,
vistiose de hermosura,
y de luz rodeada,
paseó por la órbita azulada.
Trece veces la luna
su rostro nos hurtó en el cielo oscuro;
y otras en la laguna
de claro seno y puro
se retrató, su bien viendo seguro.
En el surco el labriego
la semilla arrojar vi fecundante,
y brotó en yerba luego,
y con el sol radiante
la troj dorada mies llenó abundante.
¡Oh rueda de los años!
¡Y cómo veloz giras sin pararte
hollando desengaños!
¿Tanto clamor no es parte
de las humanas ansias a apiadarte?
Y ¡cómo en tu carrera
deshaces la montaña y piedra dura!
Y del mar la ribera
cambias, y en la llanura
abres el valle de quietud segura.
El torrente derrumbas,
el curso tuerces del fecundo río;
las ciudades en tumbas
se tornan a tu brío,
y nada queda en pie a tu poderío.
Pasaron las naciones,
que eternas en su orgullo se creyeron;
las locas ambiciones,
que al vano sedujeron,
en un punto brillaron y no fueron.
Castillo torreados,
y mansión del guerrero blasonada,
los templos bien labrados
y la atrevida arcada,
¿a tus horas son más que polvo y nada?
¡Oh río caudaloso,
todo acaba y tú sigues tu camino!
¡Oh viento impetuoso
¡Oh recio torbellino!
¿Quién conoce tu fuente y tu destino?
¡Oh cuadriga ligera!,
¿quién presta a tus corceles el aliento
en su alada carrera,
más que animoso viento?
¿De tu inexhausta fuente o movimiento?
Toda aquesta grandeza
del mundo y esta máquina orgullosa
caerá con presteza
de la nada en la fosa
y seguirás tu marcha victoriosa.
Aquesta hora presente
mil siglos y otros mil era corriendo
envuelta en el torrente
del tiempo y aun naciendo
otra estará en la fuente apareciendo.
Los cielos y la tierra
en procesión solemne pasar veo,
y cuanto aquesta encierra
de torpe devaneo,
de gloria, de riqueza, de deseo.
¡Oh marcha de las cosas
en el carro del tiempo prodigioso!
¡Oh rueda poderosa!
¡Oh camino anchuroso!
¡Oh término de viaje misterioso!
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