16-18 AÑOS
MARCO SICOLÓGICO DE LOS 16-18 AÑOS
· A los
16-18 años normalmente el estudiante ya es capaz de verdaderas intuiciones
estéticas, de síntesis y de ver la poesía no meramente como adorno de la vida.
· Está en condiciones de tomar contacto con ella en cuanto expresión
lograda que le ofrece valores, le compromete
y tira de él.
· Por otra parte, el estudiante en esta etapa va decantando su estilo
personal de ser y de expresarse: conviene que lo encuentre formulado en verso
dentro de una gama amplia y de suficiente alcance y hondura.
PRESUPUESTOS
PEDAGÓGICOS
A los 16
años el reloj de los psicólogos marca la hora del inicio de la primera
biblioteca del joven estudiante. Es el momento de dar con los versos que
empiecen a ser suyos.
Celoso de
su autonomía, que elija él su primera biblioteca de poemas. Los presentes son
una mera sugerencia. Su elección, que tenga igual altura, si no es ésta.
Si los
amigos trabajan los mismos versos, eso atará y hará más larga su amistad al
disponer entre ellos de idéntico vocabulario poético.
En los centros
de estudios contribuirá a crear un estilo de grupo el “profesar” valores
poéticos comunes, expresados de idéntica manera.
Con gusto
aceptará el joven el deber de contribuir activamente a la conservación y futuro
del patrimonio cultural de su patria si se le presenta el trabajo de estos
poemas como decisivo que es para este fin.
El joven
por serlo es ambicioso y filósofo y no se ha de contentar con arañar la
superficie de estos poemas. Metido en faena, estará feliz de hacer de ellos una
lectura a fondo, desentrañarlos, devorarlos incluso, de manera que
efectivamente desencadenen en él una actitud de apertura a las riquezas de la
propia lengua y su literatura.
Deséchese
el prejuicio nefasto de entender que la capacidad para las ciencias excluye la capacidad
para las letras y viceversa. Todo ser inteligente necesita de la lengua. El
hombre de ciencia necesitará de la lengua para ser hombre y para ser
científico.
DOS MUESTRAS PARA LOS 16-18 AÑOS
1.
MONÓLOGO DE SEGISMUNDO
· La vida
es sueño (1635) es una obra cumbre no sólo del teatro español de los Siglos de
Oro, sino de la historia de la literatura universal y de la vida cultural del
hombre.
· “Rara vez se ha visto
ejemplo de una popularidad igual ni parecida siquiera a la de Calderón entre
sus contemporáneos; realmente la de Lope fue más ruidosa, pero no tan honda ni
tan duradera” (Marcelino Menéndez Pelayo).
· Segismundo
se ha comportado despóticamente, hasta el punto de arrojar a un criado por la
ventana. Clotaldo, su maestro, le explica que todo ha sido un sueño.
· Al final
de la jornada II, en la escena XIX, Segismundo despierta de nuevo en la cárcel
y le parece que más que nunca la vida es sueño. Reflexiona, se fija en el rey,
luego, en el rico, el pobre… y, enseguida, en sí mismo.
X
Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos;
y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta dispertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de dispertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón
de la Barca
8. ENSEÑA COMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA
MUERTE
· La patria
de Quevedo es y no es la nuestra. No tiene en él el sentido que hoy le damos.
La nuestra levanta su ser sobre un espacio y un tiempo históricos. La de
Quevedo es más el orbe de ideales, esperanzas y creencias que ha nutrido su
vida y ha conseguido encender su época. Tiene menor trabazón exterior, pero
mayor consistencia espiritual.
· ¡Con qué
enorme amargura el reflexivo patriotismo de Quevedo anota que los muros de su
patria parecen cansados hasta el desmoronamiento! Está viejo y está desolado.
La vida agitada y febril que ha vivido, el siglo que se prometía tan grandioso,
el Imperio… todo se desmorona sin remedio.
· En 1643,
a dos años de su muerte, escribe este soneto desgarrador.
ENSEÑA COMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA
MUERTE
Miré los muros de la
patria mía,
si un tiempo fuertes ya
desmoronados,
de la carrera de la edad
cansados
por quien caduca ya su
valentía.
Salime al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo
desatados,
y del monte quejosos los
ganados
Entré en mi casa: vi que, amancillada,
de anciana habitación era
despojos;
mi báculo, más corvo y
menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que
poner los ojos
que no fuese recuerdo de
la muerte.
Francisco de Quevedo
POEMAS SUGERIDOS PARA LOS 16-18 AÑOS
1. MONÓLOGO DE SEGISMUNDO. Calderón de la Barca
2. NOBLES,
DISCRETOS VARONES…. Diego Gómez Manrique
3. CÁNTICO
ESPIRITUAL. San Juan de la Cruz
4. EPÍSTOLA MORAL A FABIO. Andrés Fernández de
Andrada
5. SONETOS
SOBRE EL AMOR. Lope de Vega y Fco, de Quevedo
6. CORCOVILLA.
Francisco de Quevedo
7. AMOR
CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE. Francisco de Quevedo
8. ENSEÑA
QUE TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA MUERTE, Fco. de Quevedo
9. PURA,
ENCENDIDA ROSA. Francisco de Rioja
10. CANTO A TERESA. José de Espronceda
11. POESÍA PURA. Juan Ramón Jiménez
12. YO NO SOY YO. Juan Ramón Jiménez
13. EPITAFIO. Miguel de Unamuno
14. EL CRISTO DE VELAZQUEZ. Miguel de Unamuno
15. CANTE HONDO. Manuel Machado
16. ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ. Miguel Hernández
17. A LA INMENSA MAYORÍA. Blas de Otero
18. HERMANOS. Dámaso Alonso
19. puedo escribir los versos más tristes. Pablo Neruda
20. A BURGOS, CABEZA DE CASTILLA. Lope Mateo
21. a UN ESQUELETO DE MUCHACHA. Rafael Morales
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Profesor de Lengua y Literatura
Emérito UCJC
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