15 TERCIOS ILUSTRES, I
1 ENCUENTRO DE LAS ARMAS Y
LAS LETRAS
El ejército del Imperio de
Carlos V y de Felipe II, por ser reclutado en tan diferentes reinos,
pueblos y nacionalidades exigía un mando único y una base
disciplinada y cohesionada como ninguna.
Sus miembros se agrupaban en
compañías preferentemente formadas por soldados de la misma
procedencia regional de reclutamiento y por tanto de idioma:
castellanos, aragoneses, italianos, alemanes, lombardos, napolitanos,
flamencos o valones. Sus mandos intermedios solían ser también de
la misma nacionalidad.
Los tercios españoles e
italianos eran los únicos que en razón de su veteranía, fidelidad
y experiencia, podían mezclarse minoritariamente con otros grupos de
etnia o lengua distinta.
El reclutamiento no solía
ofrecer grandes dificultades. No olvidemos que la Iglesia o la
milicia eran prácticamente las únicas salidas que quedaban a la
nobleza media, tanto urbana como rural. Los segundones de cada
familia hidalga, sin otros oficios ni beneficios tenían que labrar
su porvenir escalando sus estructuras sociales por méritos o
hazañas.
Los acuartelamientos de los
tercios en tiempos de paz radicaban en Lombardía, Nápoles, Sicilia
o Flandes, focos a su vez del primer Renacimiento italiano, que no
tardaría en extenderse por el resto de Europa.
Por otra parte, las vivencias
de increíble dureza y realismo vividas en la guerra y en ambientes
castrenses, eran ya de por sí sumamente intensas y sugestivas,
propicias y avocadas, en muchos casos, a su expresión literaria.
Armas y letras correspondían
perfectamente al ideal social renacentista. Las influencias
literarias y artísticas en pleno desarrollo durante el Renacimiento
italiano y poco después europeo, acabaron por contagiar a los
tercios mejor preparados intelectualmente, entre los que podemos
contar a los más grandes genios literarios de nuestras letras
españolas: Miguel de Cervantes Saavedra, Félix Lope de Vega y
Carpio, Pedro Calderón de la Barca, y otros muchos autores no tan
importantes ni conocidos.
A la fuerza tenían que
producirse los encuentros entre las armas y las letras, siempre muy
cercanas unas de las otras en los prototipos y ambientes
renacentistas.
2
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, 1547- 1616
Miguel
de Cervantes Saavedra, creador de la obra cumbre de la literatura
universal,
la novela Don Quijote de la Mancha, (1605 y 1615).
Miguel de Cervantes Saavedra,
nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547.
Sus padres, D. Rodrigo
Cervantes y Dª Leonor de Cortinas, debieron deambular por varias
poblaciones del sur peninsular. En 1547 se encontraban en Alcalá de
Henares, donde nació su hijo Miguel.
Hacia 1551 consta que se
establecieron en Valladolid, por aquellos años sede de la corte de
la monarquía española de los Austrias.
Ignoramos gran parte de la
infancia e incluso de la formación de Miguel, pues su padre,
cirujano de profesión, se vio obligado a cambiar frecuentemente de
lugar, por huir de las deudas contraídas.
Según alguno de sus
biógrafos, Miguel de Cervantes pudo haber cursado sus estudios
primarios con los jesuitas de Valladolid y posteriormente, pudo
asistir a algún curso en la Universidad de Alcalá o de Salamanca.
En 1.569, Miguel de Cervantes
salió de Madrid con el séquito del cardenal Acquaviva y se
estableció en Roma donde vivió en pleno contacto con la cultura
literaria renacentista. Poco después sentó plaza en los tercios
españoles de Italia, en la compañía del capitán don Diego de
Urbina y sirvió en Cerdeña, Lombardía y Nápoles.
Tras la creación de la Santa
Liga (1571) para la lucha contra el Imperio Otomano, Miguel de
Cervantes participó valientemente en la batalla naval de Lepanto a
las órdenes de D. Diego y a bordo de la galera Marquesa.
En primera línea de combate y
aun estando muy enfermo, con fiebre muy alta, se empeñó en
participar activamente en la lucha contra el parecer de sus mandos.
Su comportamiento en la batalla fue heroico: recibió tres heridas,
dos en su pecho y una en la mano izquierda que le quedó paralizada
para el resto de sus días. En adelante sería conocido con el
sobrenombre de “el
manco de Lepanto”.
Más tarde, en 1573, volvió a
participar en la conquista de la Goleta.
En 1575, ya licenciado, con
ocasión de su vuelta a España acompañado de su hermano Rodrigo,
también en el tercio como él, la nave en que viajaban fue apresada
por los piratas turcos que les vendieron como esclavos en Argel.
Este desgraciado contratiempo
truncó sus planes, pues traía el pensamiento de presentarse en la
corte para solicitar al rey una plaza de capitán del tercio haciendo
valer sus méritos con los mejores testimonios y recomendaciones de
sus mandos militares. El grado de capitán era entonces la
aspiración máxima a la que solamente podían presentarse los
tercios más señalados, aguerridos y experimentados y que contaban
además con un currículum de acreditados méritos militares como él.
En Argelia permaneció cautivo
5 años hasta que en 1580 fue liberado por dos Padres Trinitarios que
pagaron por él 500 ducados de rescate.
Llegado a España se presentó
ante el rey que le encomendó un trabajo como agente secreto suyo, en
Orán.
De nuevo en la Península se
estableció en Sevilla, donde se casó, en 1584, con Dª Catalina
Salazar de Palacios, con quien tuvo ese mismo año una hija, Isabel.
En Sevilla fue nombrado
“comisionado” para el avituallamiento de las naves que se
preparaban en su puerto para participar en la Armada Invencible, con
que Felipe II preparaba la invasión de Inglaterra.
Fracasada la expedición, en
1604 se trasladó a Madrid buscando mejores condiciones económicas y
en 1605,
se casó en segundas nupcias, en Esquivias, un pueblo de Toledo. Ese
mismo año publicó la primera parte de su genial e inmortal obra,
“Don Quijote de la
Mancha” obra
cumbre de la literatura española
y universal.
Portada de la 1ª edición
de la primera parte de “El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la
Mancha”, (1605). La Biblioteca Nacional posee uno de los 27
ejemplares conservados en el mundo de esta primera edición por Juan
de la Cuesta.
En el mismo año de 1605 el
mismo editor, ante el éxito de la obra, publicó una segunda
edición. En 1607 se publicó otra, en Bruselas. En 1608, nuevamente
la 3ª
edición de Juan de la Cuesta. En 1610, otra en Milán. En
1617, se publica por primera vez, en Barcelona, la primera y segunda
parte del Quijote en una sola edición.
Traducciones: al inglés el
mismo año en que se publica, 1605; al francés, en 1614; al italiano
en 1622. En 1648, al alemán y en 1657 al neerlandés. Hoy día puede
decirse que está traducido a todos los idiomas del mundo y son
incontables el número de sus ediciones.
Imagen de Don Quijote y Sancho, por Dalí y Picasso.
Miguel de Cervantes, heroico
soldado de los tercios españoles, que con tanto honor y tanto
heroísmo sirvieron a su rey y señor en la batalla de Lepanto y en
Argel, supo compaginar a la perfección el manejo de la pluma y su
lucha con las armas, en medio de una vida azarosa y difícil, hasta
conquistar desde un lugar destacado en el uso de las armas, la cumbre
de las letras en la literatura nacional y universal.
En 1930, la Conferencia General de la Unesco declaró “Día Universal del Libro” el 23 de abril, por las razones que en la imagen se indican.
He aquí un resumen de la
meritísima obra literaria de Miguel de Cervantes Saavedra:
La Galatea, publicada en
1585.
11 obras de teatro.1685.
El ingenioso hidalgo D.
Quijote de la Mancha, 1ª parte.1605.
12 Novelas ejemplares,
1613.
El ingenioso hidalgo D.
Quijote de la Mancha, 2ª parte, 1615.
Los trabajos de Persiles y
Segismunda, libro de caballerías y obra póstuma, 1617.
Viaje al Parnaso, un libro
de poesía, 1614.
3 IMÁGENES UNIVERSALES DE
UN GENIO UNIVERSAL
Don
Quijote y Sancho, saliendo de madrugada por los caminos de la Mancha
para emprender sus geniales aventuras.
Grabado
de
Gustave
Doré, 1860.
“En
un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha
mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero,
adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”…
Continuará
JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ
BRAVO
Maestro Nacional. Doctor en
Historia
Fundador y exdirector de la
Universidad Laboral de Toledo
Villanueva
de la Peña 16 de abril de 2018
Tercios, esmerado y bien trabajado, como en entregas anteriores.
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