67. El villancico / A Belén me voy

               
    TRÍPTICO DE NAVIDAD

Tabla 1ª: Recordando EL VILLANCICO

Nació en la España musulmana desde donde se propagó al mundo islámico y a otros países. Cancioncillas mozárabes servían de remate o jarchya a ciertas composiciones –muashahas- de poetas árabes.

 En Castilla se le llamó VILLANCICO, villancete o villancejo por su carácter popular –villano- y sirvió como forma a la primitiva lírica tradicional.   

           

Métricamente consta de un estribillo seguido de estrofas de dos o tres versos monorrimos llamados “mudanza”, y un cuarto llamado “vuelta”,  que rima con el estribillo para anunciar la repetición del mismo. Hay otras combinaciones.            

Su popularidad hizo que se usara como canto coral: el solista entonaba las estrofas, y al terminar la “vuelta” de cada una, el coro, avisado por la rima, repetía el estribillo. Líricos como Góngora, Lope de Vega o Quevedo compusieron letrillas que responden a esta estructura.

        

Los villancicos eran originariamente canciones profanas . Eran cantados en fiestas populares, originariamente sin temática específicamente religiosa, y los principales temas eran los acontecimientos recientes del pueblo o la región. El género se amplió posteriormente hasta incluir temas de diverso tipo. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad.

        

Franz Xaver Gruber

En el siglo XVIII, la última época en la que el villancico se cantaba todavía en las celebraciones religiosas, éste se fue quedando relegado a la celebración de festividades navideñas. Por este motivo el villancico quedó en la memoria popular como un género de canción específica de la Navidad, pasando a denominar, por extensión, a toda canción de temática navideña.  Una de las más célebres canciones de Navidad es “Noche de Paz” (originalmente “Stille nacht, heilige nacht”) cuya letra fue escrita por Joseph Mohr, párroco de un pueblecito de Austria y la música compuesta por el profesor Franz Gruber, poco antes de la Navidad de 1818. El profesor la enseñó a los feligreses y la acompañó con guitarra, dado que el órgano de la iglesia estaba desmontado.                                                             

Actualmente el uso del villancico está ligado al fomento del consumismo típico de estas fechas; prueba de ello es que la publicidad utiliza  su música desde finales de noviembre, con lo cual se amplía el periodo navideño de forma considerable con objeto de fomentar aún más el consumo en estas fechas.

 

Tabla 2ª: Imaginando “EL BELÉN MONTADO POR LOS VILLANCICOS”

Permitid mi atrevimiento para comentar, de una manera desenfadada, las letras de algunos villancicos populares que todos cantamos por estas fechas. Haciendo un juego lingüístico-semántico al mismo tiempo que un “popurrí de fantasías”, he montado un Belén que cuando veo el tráfago que hay en él y oigo sus jacarandosas melodías lo mínimo que suscitan en mí es una sonrisa llena de ternura hacia todos los personajes que en él se mueven.

 JESÚS: Es un bizcocho “jecho” de azúcar moreno  que tiene planta de “calé” y risa cascabelera. Está vestidito de blanco, azul o verde y –aparte de llorar mucho-  canta con el coro de la casa. Le dice a su padre que “le pincha con las barbas”,  mientras ve en los ojos de su madre el color verde de la vereda. Recoge astillas para cocer el puchero que hace su madre, y le dice  que quiere ser luego zagal.

JOSÉ: Aparte de ser carpintero es de mazapán, por eso se come la sopa dulce que no quiere el Niño. Ayuda a María trayendo agua y tendiendo los pañales. Con sus largas barbas pincha al Niño en la cara y le dicen que no le mire, que Jesús se asusta al ver esas barbas. No quiere que la Virgen venda la mula, por eso al hacerlo “atrincó” el correaje.

MARÍA: Es de canela y además panadera; vestida con cofia y mantilla sus cabellos son de oro y el peine de plata fina. Va a Belén  en un burrito orejón cargado de turrón caminando entre palmeras  y luciendo una rosa en su divina pechera. Mientras se está peinando entre cortina y cortina y  mirando por la ventana, canta una nana con el olé olé.”No me mires airado, hijito mío, le dice: mírame con los ojos que yo te miro”. A veces lava los pañales y los tiende en el romero; está guisando  y friega los cacharros con un trozo de jabón, por lo que se le han picado las manos. Entre las muchas visitas está la de unos gitanos que la camelan y le compran la mula con la oposición de san José que atrinca con el correaje.

 LOS ÁNGELES: Van al portal “al filo de” la medianoche y cantan con sus voces de fino cristal. Tocan los instrumentos mientras los pastores bailan. En el  resto del tiempo velan al Niño para que no se despierte.

 LOS REYES: Aparte de  llevarle  mirra, incienso y oro le traen al Niño ricos pañales. Por si pasa hambre, le llevan sopitas con vino.

 LOS PASTORES: Son los primeros que llegan al portal porque siempre van corriendo: corre, corre al portalico; aunque alguno es más lento pues va en un burrito sabanero. En el camino y delante del Niño tocan zambombas, panderos, cantan coplas y bailan. Un pastor corre a comprar un pandero para llevarlo al portal; aunque otro va tocando ya con su viejo tambor. Se arma una auténtica algarabía al son de pitos y rabeles, tamboriles y cascabeles. Un pastor con su cante y dos  luceros promete hacerle un sonajero. Otros cantan coplas, olé y olé, nanas y…nanas por sevillanas; que de tanto tocar las castañuelas otro pastor  rompe tres pares; otro dice que le hará una cuna entre sus brazos.  

Realmente en el Belén se ha juntado una orquestina de instrumentos de viento y percusión: panderos, arpas doradas, sonajeros, zambombas, viejos tambores, pitos y rabeles, tamboriles y cascabeles, castañuelas, pitillos  y chinchines, tambores y panderetas, violines y hasta un almirez. El sonido de los contrabajos es cubierto por los discordantes y familiares cencerros de las ovejas.

                  

San José está levitando  pues no entiende nada de lo que está pasando. La letra de lo que se canta  no la entiende. Quiere que le expliquen qué es eso de: “Parrampín, parrampín, parrampero y lo de gatatumba, tumba, tumba; qué es el curricutí, curricutín y el rin, rin de la burra; a quién soplan con el fun, fun fun- ¡como después iba a ver fuego!- o si hay que salir corriendo con el “sal mirandillo, arandandillo” porque lo  manda el cabo de guardia. Lo que no entiende de ninguna manera es que los peces beban agua en el río, o el que una vieja disminuya el aguinaldo que le pensaba dar al Niño y por eso se fuera a Holanda con el olé olé, olé…

Mientras todo esto sucede los pajarillos están cantando y el romero floreciendo- ya los gallos cantaron  al filo de la medianoche anunciando el nacimiento. Una burra va hacia Belén cargada de chocolate llevando, además, su chocolatera, su molinillo y su anafre para poder dar el chocolatillo a todos los presentes antes de que otros se lo coman.  Aprovechando tal desbarajuste han entrado unos gitanillos  para robar los pañales y los ratones de los  alrededores se han entretenido en roer los calzones de José. De esto se dan cuenta los presentes y le dicen a María que vaya corriendo a poner las cosas en orden.  La Virgen calma los ánimos e invita a todos los presentes a que, aparte del chocolate, tomen lo que más les guste pues la “despensa está llena” con los dones ofrecidos: para empezar una sopa dulce -que como nadie la quiso, se la tomó san José-, una larga longaniza,  requesón, manteca y vino, peras cocidas, turrón, el consabido chocolate de la burra y una calabaza llena de algo que no se sabe…

Todos tocan, cantan, comen, beben y se divierten  mientras la Madre ordena todas esas ropitas para vestir y mantos de reyes para su cuerpo cubrir que han regalado a ese Niño-bebé: ricos pañales –los pocos que los gitanillos han dejado- pieles de oveja, zamarras, calzones de lana –algunos roídos por los ratones- mantilla, pañales, faja y fajetín y la vara de crespón para hacer al Niño una copecita y un faldón.

Tanto fervor angelical y humano-emocional  y el calor que la mula y el buey  reparten, originan que en Belén toquen a fuego y salgan las llamas del portal.

 

Tabla  3ª : Cantando CON LOS NIETOS este villancico

A Belén me voy

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A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un violín,

pa que lo toque Jesusín.
Rin, rin, rin, con el violín,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un tambor,
pa que lo toque el niño Dios.
Pon, pon, pon con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un perrito,
pa que juegue Jesusito,
Guau, guau, guau, con el perrito,
Pon, pon, pon, con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un pollito,
pa que juegue Jesusito,
Pío, pío, pío, con el pollito,
Guau, guau, guau, con el perrito.

Pon, pon, pon, con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un quesito,
pa que coma Jesusito,
Ñam, ñam, ñam, con el quesito,
Pío, pío, pío, con el pollito,
Guau, guau, guau, con el perrito,
Pon, pon, pon, con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un gatito,
pa que juegue Jesusito,
Miau, miau, miau, con el gatito,
Ñam, ñam, ñam, con el quesito,
Pío, pío, pío, con el pollito,
Guau, guau, guau, con el perrito,
Pon, pon, pon, con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín....

A Belén me voy, si queréis venir. Llevaremos un café,
pa que beba San José,
Glu, glu, glu, con el café,
Miau, miau, miau, con el gatito,
Ñam, ñam, ñam, con el quesito,
Pío, pío, pío, con el pollito,
Guau, guau, guau, con el perrito,
Pon, pon, pon, con el tambor,
Rin, rin, rin, con el violín. Tiquitín, tiquitín...

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¡¡MIS FELICITACIONES Y MEJORES DESEOS PARA ESTE NUEVO AÑO 2018!!

Auxencio Muñoz Acebes

                                                        Maestro, catedrático de Lengua y Literatura. Organista