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60. Cohelet VI

 
    (VII)

No digas: ¿Por qué los tiempos pasados fueron mejores que los de ahora?
Porque no es de sabios preguntar sobre ello.

(7,10)

Los ancianos, cargados de experiencia acumulada por los muchos años, tendrán siempre la tentación de constituirse, según la expresión de Horacio, en laudatores temporis acti.

El Cohelet, crítico implacable, piensa que esa actitud es poco sabia. No es inteligente. Hay que ser realistas. Ver las cosas como fueron y como son.

De los libros de la Escritura, el Cohelet es el libro del momento presente. Para su autor incluso “los sacrificios, las oraciones y los votos pueden ser expresión de la insatisfacción del hombre y de su deseo de evasión. Desertar del presente es huir de Dios. El imperio de lo divino se ejerce sobre el humilde pequeño minuto que pasa. El hombre no ha de preocuparse de lo que ha sido o de lo que será, sino aceptar, en la circunstancia en que se encuentra, lo que es” (Sous la main de Dieu, E. Beaucamp. Ed. Fleurus, Paris, 1957, p. 139)
De otro modo: no hay que refugiarse en el pasado ni huir hacia el futuro. Plenitud de vida en el presente.

Nuestro Jorge Manrique conoce el Eclesiastés. Corrobora la tesis. Está de acuerdo con su autor, la tendencia es un hecho: Cómo a nuestro parecer, / cualquiera tiempo pasado / fue mejor.

Y Cervantes, en su Quijote corrobora la tendencia: Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron el nombre de dorados.

Los tiempos de ahora están en manos de los sabios y pueden ser tan buenos como queramos y mejores.

 QerhuteV
Ancien élève de Evode Beaucamp
                                                                                                                                       y de Francesco Spadafora

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