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59. Nuestra Escuela REDACTA

        



CORONACIÓN DEL MÉTODO REDACTA

PRIMER ENSAYO DEL BACHILLER (V)
Como ejemplo: LA NOCHE



2. ESTUDIO DE LA NOCHE (II)

                                                                                                                   
Estudio de la palabra que nombra el
objeto del ensayo
(En la Lengua, la Historia, el Teatro,
en las Bellas Artes: iconografía, mitología, pintura, 
escultura, música…)


3.  LA NOCHE  EN LAS BELLAS ARTES

Iconografía

Se suele representar la NOCHE bajo la figura de una mujer cubierta de velos negros o que retiene entre sus manos las puntas de su velo que agitan las brisas nocturnas. Así aparece en las miniaturas de la Ilíada que se guarda en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, siglo IV. Así en el Rollo de Josué. De Museo Vaticano y en el Salterio griego de París, de la Biblioteca Nacional gala.
Salterio griego de París.

También se la ha representado con alas de murciélago, cubierta con velo y manto negros desplegados, sembrados de estrellas. Va en un carro tirado por dos corceles negros o por dos búhos. A veces la corona una media luna.

Mitología

En la mitología grecorromana la NOCHE debió su carácter divino a la poesía y al arte, sin conseguir nunca altares ni ser objeto de un culto popular. Según las modernas concepciones de los mitólogos, el Eros primitivo de la cosmogonía griega no produjo nada por sí mismo, pero en virtud de su acción todos los elementos y todos los seres tienden a unirse, resultando de tal unión la vida. Bajo la influencia de Eros, todas las cosas van a surgir de Caos y de Gea, del espacio y de la materia terrestre. Del Caos nacen primero Erebos y la Noche, que personifican la oscuridad primordial dividida en dos principios, uno masculino y otro femenino.

En los tiempos homéricos se presenta como la madre de la Muerte y del Sueño, llamándola Homero la que rinde a los dioses y a los hombres, debiendo ser su influencia decisiva, pues estando Júpiter en la mayor irritación, Juno llamó en su auxilio a la Noche, conteniéndose desde aquel momento el padre de los dioeses, porque temió hacer algo que le degradara (Ilíada XIV, 259ss).

Thanatos (Muerte) e Hypnos (Sueño) son los dos hijos de la Noche. Refiriéndose a estos gemelos, dice la Teogonía que son dioses sombríos, a los que el Sol no mira nunca, ni cuando se pasea por el cielo ni en el momento de descender de las alturas celestes. Los dos hermanos fueron representados en el célebre cofre de Cyselos, que menciona Pausanias (V. 18,1).

La Noche aparece con los rasgos de una mujer que lleva en la mano derecha un niño blanco dormido, y en la izquierda un niño negro que parece que también duerme. El color blanco, que es el de cadáver, designaba al primero como el dios de la muerte, y al segundo como al dios nocturno del sueño.

Esquilo la hace madre de las furias, y es el primero que habla del carro con el cual recorre el cielo, de sus caballos negros y de su velo oscuro moteado de estrellas. Su acción moral está caracterizada por el epíteto de cyphrone, la buena consejera, equivalente a Nyx.

Eurípides acaba de completar la personalidad divina de la Noche, haciendo alusión en sus dramas y tragedias a sus atributos y a los diferentes momentos de su vida celeste.
Aristófanes repite muchas de las imágenes de Eurípides, mientras en Las ranas invoca la divinidad de la Noche, en los pájaros renuevas su genealogía, imitando a Hesíodo.

Los romanos limitaron en este punto su actividad a traducir las concepciones de los poetas y de los escultores helenos. En un poema órfico se concede a la Noche un cetro; Ovidio la corona con adormideras, que hasta entonces se habían reservado para el sueño. Virgilio la llama hunmida por asimilación con la Aurora y otras deidades matinales. Los ramanos, sin embargo tendieron a acentuar, en mayor proporción que los griegos el carácter aterrador de las tinieblas nocturnas, asimilándolas a las que acompañan a la muerte y a los infiernos, llamándola Ovidio curarum máxima nutrix. En el propio Ovidio, en Virgilio (Eneida VI,263ss) y en Horacio (Epod. V,51) la Noche preside,junto con Hécate, las operaciones de la magia, colocándola en las regiones infernales. De los documentos procedentes de la época clásica no puede deducirse que los griegos y los romanos elevaran santuarios a las deidades que estudiamos.


Pintura

La adoración de los pastores. Pinturas del Barroco.

Nochebuena primera de la Historia.
El nacimiento de Jesús ocurre “en medio del silencio de la noche”. Los pastores, “festinantes”, corren a adorarlo. La escena la vemos repetida en numerosos “chritmas” o navidales que reproducen pinturas renacentistas o barrocas. Todas nos dejan una impresión de misterio a través de una ternura, un asombro, un calor… el propio de la Noche santa. ¿El claroscuro de parte de la pintura no habrá que ir a buscarlo precisamente a estas “adoraciones” de la “Nochebuena”.

La ronda de noche. Rembrandt (1606-1670). Leiden, Holanda.

En 1640 el capitán Banning Cocq encarga al pintor un retrato de grupo. Cada figurante paga cien florines. Rembrandt les pinta como una milicia ciudadana en el momento de romper filas. Rodea a sus personajes de una atmósfera nocturna, a la par, alegre y libre. El paso del tiempo acentúa la oscuridad del cuadro. Sólo en el siglo XVIII se empieza a llamar a esta pntura como “La ronda de noche”.
¿Es que la noche se presta más que el día a una interpretación teatral  y barroca de las gentes? ¿La noche es el momento mejor para las máscaras y disfraces?
¿Asomándonos a una “pintura ligera, vaporosa, velada, discreta, que tinta de encanto los objetos escondidos, que invita a buscar la hermosura de la moral y dota de gracia las especulaciones de la conciencia, que, finalmente, nos llena de sentimiento, de emoción, de inquietud y de plenitud, de imaginaciones y de ideales (Rembrandt, Verhaeren, E: Nelson, Paris), nos estamos asomando también a una noche que tiene esas características?


Martirio de San Lorenzo. Tiziano. El Escorial.

Primer nocturno de la pintura del Tiziano y de todo el siglo XVI.
Dos versiones: una en la iglesia de los jesuitas de Venecia y otra en el altar mayor del monasterio de El Escorial.
Las brasas que arden bajo la parrilla del santo diácono, las antorchas encendidas y la luz que rompe las nubes del cielo dan calor a una noche de martirio dinámica, viva, humana, grandiosa, fuerte.


Los fusilamientos del 3 de mayo. Francisco de Goya, 1814.

La luz de un farol da en la camisa blanca de un villano. “Se yergue con los brazos en alto, velludo casi negro, grotesco y sublime, monigote y arcángel, anónimo e inmortal” (Eugenio d´Ors). Es el suyo un grito de rebeldía y de vida frente a un frío orden que mata. Noche de cielo negro. La ciudad, al fondo, calla.


Catedral de Ruán. Claudio Monet.

Noche sobre esta catedral. El tiempo y la luz contra la materia. En eso consiste el impresionismo. Sale ganando la noche. Gana atmósfera y poesía.


Noche estrellada. Van Gogh, 1889.

Noche de un artista enajenado, genial.
El vértigo de las estrellas devora la oscuridad de la noche. El pintor está recluido en un hospital siquiátrico. Le subyuga lo nocturno y se refugia en la infinita negrura de la noche que está pintando.


CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Especialista en expresión escrita.
Emérito UCJC


El pintor de la noche, John Atkinson Grimshaw.

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