PRIMER ENSAYO DEL
BACHILLER (Iii)
3. PROPEDÉUTICA
LITERARIA (B)
6. Otros poemas notables sobre la NOCHE
1. “Noche oscura del alma”
2. Noche de la fe
3. La noche y el poeta romántico
4. En la noche nos visitan fantasmas alegres
5. Noche: cansancio y muerte, oración, doliente
6. Noche: desolación
7. Noche: para el amor secreto que no sabe nadie
8. La noche de los que se separan
9. Noche de Bécquer
10. Noche y sueño
11. Noche de Todos los Santos
12. Noche e ilusiones de corazón adentro
13.
Noche, semilla del día
·
Al poeta,
si de hecho lo es, se le ha dado entrada laboriosa, pero libre, a la entraña de
las realidades. A variados poemas que ha producido la historia de la literatura
habrá de ir a buscar el aprendiz de ensayista, en el caso concreto de la noche,
la entraña de la noche sobre la que versa su ensayo.
Uno a uno, los poemas bien seleccionados
los llevará a la mesa de operaciones, les someterá al túnel de las resonancias
magnéticas, les hará placas de rayos X y, por seguir la alegoría médica, les
extenderá la ficha completa de su natural expresión espontánea y más interior,
fenómeno y noúmeno.
De un poema a otro habrá que variar la
técnica de análisis, como quería Dámaso Alonso, para que no se le escape la
revelación que supone la singular intuición poética de cada autor sobre el
fenómeno de la noche.
·
El
aprendiz de ensayista encontrará informaciones que le den pistas en su labor de
asalto a la noche desde el poema. Le serán útiles. Habrá de comprobar su carga
de verdad y anotarla. Aquí le apuntamos algunas informaciones sueltas. Él habrá
de sistematizar lo que encuentre de valioso y elaborar con esas ajenas
informaciones y su criterio personal, la entraña y las características de la
noche en cada poema.
·
Para
mayor inteligencia del poema, le ayudará al aprendiz establecer un correlato
con otras formas de expresión que no sean las literarias (música, escultura,
arquitectura, pintura…), como se hace aquí con la oda a la noche de José Luis
Borges: encontrarle verso a verso una foto que los exprese uno a uno.
1. NOCHE OSCURA DEL ALMA
San Juan de la Cruz, místico reformador del Carmelo con Santa
Teresa, doctor de la Iglesia, sabe que los principiantes de la vida interior
religiosa progresan en perfección atravesando la “noche del sentido”, que les purifica y alcanza “la divina unión
con Dios” a través de tremendas purificaciones
en que consiste la “noche del
espíritu”.
Más allá de esta oscura noche del sentido y del espíritu,
“horrenda noche”, pasadas las moradas sexta y séptima de Santa Teresa, está la
“unión transformativa” y así la noche
oscura resulta también noche
maravillosa, “amable más que la alborada”.
En una noche escura,
con ansias en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del
mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
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¡Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el
alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada, con el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se
guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
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San Juan de la Cruz, Noche oscura del alma
2.
NOCHE DE LA FE
San Juan de la Cruz compone los siguientes versos de
inquietante belleza y fuerza interior en la larga noche de su prisión en
Toledo. La fe ilumina su noche.
La experiencia es mística. Orden superior. El alumno
lee lo que tiene delante, el caso de una joven (la amada o la esposa) que desea
el amor de su amado o esposo. Y ha de ver a lo que el poeta simboliza, al alma
que se alegra de conocer a Dios en la noche de la fe, conocimiento divino.
“Fuente y noche”, contradictorias, transparencia y
oscuridad.
El agua que sale de la roca es como el surgir del misterio.
La noche fuerza oculta que fermenta el devenir. En San Juan de la Cruz nunca es
negativa.
Siempre es de noche para la fe.
¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche!
I
Aquella eterna fonte está ascondida.
¡Que bien sé yo do tiene su manida
aunque es de noche!
II
Su origen no lo sé pues no le tiene
mas sé que todo origen della viene
aunque es de noche.
III
Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben della
aunque es de noche.
IV
Bien sé que suelo en ella no se halla
y que ninguno puede vadealla
aunque es de noche.
V
Su claridad nunca es escurecida
y sé que toda luz de ella es venida
aunque es de noche.
VI
Sé ser tan caudalosos sus corrientes,
que infiernos cielos riegan y a las gentes
aunque es de noche.
VII
El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente
aunque es de noche.
VIII
El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede
aunque es de noche.
IX
Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida
aunque es de noche.
X
Aquí se está llamando a las criaturas
y de esta agua se hartan, aunque a escuras
porque es de noche.
XI
Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida yo la veo
aunque es de noche.
3.
LA NOCHE Y EL POETA ROMÁNTICO
El poeta romántico reacciona sentimentalmente frente a
la noche. No la desentraña. Le conmueve.
CHOPIN
NOCTURNO
A
mi amigo el notable pianista Narciso L. Salicrup
(en
su día - 1893)
Es
media noche... la vecina selva,
la
playa, el monte, el mar... todo es silencio!
Y
el artista, la frente enardecida,
en
el jardín, a solas con sus sueños.
Como
notas de luz en el pentagrama
inmenso
de los cielos,
se
miran las estrellas esparcidas
por
el Eterno Artista... Los abetos,
los
pinos melancólicos, los sauces,
como
a gigantes liras hiere el viento;
¡Extraña
sinfonía de los bosques
acompañando
el himno de los cielos!
Puesto
el oído al eco de la noche,
a
la voz de las ondas y los vientos,
viajera
el alma en el país brumoso
de
lejanos, tristísimos recuerdos,
el
grande artista sueña... ya lo invade
la
inspiración del genio,
la
encarnación del arte
ya
informa el ideal de su cerebro...
Después...
febril, apasionado, loco,
luz
en los ojos y en la frente fuego
intérnase
en la sombra
el
gran salón desierto...
Y
acariciando el piano adormecido
le
cuenta sus ensueños...
Escuchad!...
¡es el canto de los astros,
la
armonía del alma y de los cielos!
Carlos Borges,
venezolano
4. EN LA NOCHE NOS VISITAN FANTASMAS ALEGRES
El poeta romántico siente la noche y reacciona ante
ella sin penetrar dentro de su realidad. Vaga y le rodea y envuelve la noche y,
libre, se deja llevar de su fantasía.
Con frecuencia le gustan los ambientes nocturnos de
tenue encanto, los ensueños, lo crepuscular, indefinido y mágico.
Zorrilla, que es siempre musical, ve así a la noche:
Me han dicho que en la noche silenciosa
Los
espíritus vagan en el viento,
Que
flotan en la niebla misteriosa
Sílfides
blancas de aromado aliento,
Que las aéreas sombras bienhadadas
De
los que eran aquí nuestros amigos,
Vienen
sobre las brisas desatadas,
Del
nocturno reposo a ser testigos.
Me han dicho que en los bosques
apartados,
En
las márgenes frescas de los ríos,
Por
el agua y las hojas arrullados,
En
torno de los árboles sombríos,
Danzan alegres, de su paz gozando,
Y
a los que en vida, con afán querían,
Desde
la turba de su alegre bando
Ilusiones
dulcísimas envían.
Y dicen que esos son los halagüeños
Fantasmas
que en la noche nos embriagan,
Esos
los blancos y amorosos sueños
Que
en nuestra mente adormecida vagan.
Tal vez será verdad; vendrán acaso
Nuestra
vida a endulzar esas visiones,
Y
de una estrella al resplandor escaso,
Entonarán
sus mágicas canciones.
Sí; tal vez a sus madres amorosas
Colmarán
de purísimos cariños
Las
transparentes sombras vaporosas
De
los risueños inocentes niños.
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5.
NOCHE, CANSANCIO Y MUERTE,
ORACIÓN, DOLIENTE
La poetisa
chilena le abre un campo de imágenes nuevo a la noche, la Pasión y Muerte de
Cristo, negra noche, humana noche del alma paralela a la noche de la Pasión y
Muerte.
Mira a sus
adentros y ve desfilar, con detalles concretos –costado abierto, el beso de
Judas, el lienzo de la Verónica…-, dentro de su amargura el relato de la
pasión de los evangelistas.
En la Pasión
de Cristo Dios se ha olvidado de su Hijo, lo ha abandonado.
Su pregunta síntesis del poema es
la misma: “¡Padre… por qué me has desamparado!”
NOCTURNO
Padre Nuestro, que estás en los
cielos,
¡por qué te has olvidado de mí! Te acordaste del fruto en febrero, al llagarse su pulpa rubí. ¡Llevo abierto también mi costado, y no quieres mirar hacia mí! Te acordaste del negro racimo, y lo diste al lagar carmesí; y aventaste las hojas del álamo, con tu aliento, en el aire sutil. ¡Y en el ancho lagar de la muerte aun no quieres mi pecho oprimir! Caminando vi abrir las violetas; el falerno del viento bebí, y he bajado, amarillos, mis párpados, por no ver más enero ni abril. Y he apretado la boca, anegada de la estrofa que no he de exprimir. ¡Has herido la nube de otoño y quieres volverte hacia mí! Me vendió el que besó mi mejilla; me negó por la túnica ruin. Yo en mis versos el rostro con sangre, como Tú sobre el paño, le di, y en mi noche del Huerto, me han sido Juan cobarde y el Ángel hostil. Ha venido el cansancio infinito a clavarse en mis ojos, al fin: el cansancio del día que muere y el del alba que debe venir; ¡el cansancio del cielo de estaño y el cansancio del cielo de añil! Ahora suelto la mártir sandalia y las trenzas pidiendo dormir. Y perdida en la noche, levanto el clamor aprendido deTi: ¡Padre Nuestro, que estás en los cielos, por qué te has olvidado de mí! Gabriela Mistral, chilena
6. NOCHE: DESOLACIÓN
NOCTURNO
Soledad, silencio y sombra que mis pensamientos surcan con temblor de fuegos fatuos... El corazón de la noche se pulsa en el monorritmo de la canción de los grillos... Cuando la luna se asoma, por el silencio del campo echo a andar como un autómata... Tras de mí, la luna llena; delante de mí, mi sombra, y la única realidad en el ámbito del mundo, es ese gris de mi sombra circundada por un nimbo fosforescente de luna, la música de los grillos, una arboleda lejana, y el gravitar de los astros sobre mi cuerpo fantasma. |
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M. A.
OSORIO J., venezolano
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7.
NOCHE PARA EL AMOR SECRETO QUE NO
SABE NADIE
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REVELACIÓN
¡Cómo volaba el pensamiento mío!... Fue un dulce anochecer. Se adivinaba por su rumor, bajo la peña, el río, y la mano del viento preludiaba un aria triste en el pinar sombrío. Como una bruma de melancolía, no sé qué dulce calma bienhechora pasó rozando con el alma mía... Tú que en mí estás, mujer a toda hora, ¡nunca has estado en mí como aquel día! Quise gritar mi pena. Y ante la soledad de los caminos alfombrados de luna y la serena quietud de muerte de la noche, llena de olor de flores y rumor de pinos, " ¡La quiero! ", dije con fervor sincero. " ¡La quiero! ", repetí y el aire blando, con un rodar de voces, fue gritando desde la sierra hasta el pinar: " ¡La quiero!..." Callé y calló la noche. El alma mía volvió a encerrarse en la melancolía de este secreto amor hondo y austero, que nadie sabe y del que nada espero... ¡Sólo lo supo el agua que corría y una flor desvelada, que tenía una cita de amor con un lucero...! |
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JOSÉ MARÍA
PEMÁN
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8.
LA NOCHE DE LOS QUE SE SEPARAN
En las
despedidas hay una última noche, casi siempre. Nadie ha sabido expresar con
más fidelidad ni más hondura que Rosalía de Castro el sentimiento del alma
gallega. Sus notas son de una tristeza indecible. “Melancolía” es el nombre
de la musa que la emigración y la noche hacen más dolorosa.
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Era la última noche,
la noche de las tristes despedidas, y apenas si una lágrima empañaba sus serenas pupilas. Como el criado que deja al amo que le hostiga, arreglando su hatillo, murmuraba casi con la emoción de la alegría: —¡Llorar! ¿Por qué? Fortuna es que podamos abandonar nuestras humildes tierras; el duro pan que nos negó la patria, por más que los extraños nos maltraten, no ha de faltarnos en la patria ajena. Y los hijos contentos se sonríen, y la esposa, aunque triste, se consuela con la firme esperanza de que el que parte ha de volver por ella. Pensar que han de partir, ése es el sueño que da fuerza en su angustia a los que quedan; cuánto en ti pueden padecer, oh, patria, ¡si ya tus hijos sin dolor te dejan! |
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9.
LA NOCHE DE BÉCQUER
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Rima LXV
¡y tuve sed!... mis lágrimas bebí,
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados
ojos
cerré para morir!
¿Estaba en un desierto? Aunque a
mi oído
de las turbas llegaba el ronco
hervir,
yo era huérfano y pobre... ¡El
mundo estaba
desierto... para mí!
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Las largas
noches de invierno, avivan el recuerdo de la persona querida que se fue y la
hacen más doliente.
Rima LXXIII
En las largas noches
del helado invierno, cuando las maderas crujir hace el viento y azota los vidrios el fuerte aguacero, de la pobre niña a veces me acuerdo. | |||||||||||||
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10. NOCHE Y SUEÑO
La noche es para dormir.
El poeta, niño que se asombra de
todo, nos dice con versos modernistas quién duerme a media noche.
A MEDIA NOCHE
Bate el remo con golpe soñoliento
los cristales purísimos del lago;
,
en el ramaje misterioso y vago
cuelga su lira el perezoso viento.
Besa el río callado y macilento
las dormidas riberas con halago,
y la fronda confusa ofrece en pago
desmayado dosel a su elemento.
Todo duerme; los astros que
declinan,
los torrentes, las selvas, las
cascadas,
los mares que en las playas se
reclinan.
¡Y allá sobre las tumbas
olvidadas,
los sauces melancólicos se
inclinan
dando extrañas y lentas cabezadas!
Piedras
Preciosas, Salvador Rueda
11. NOCHE DE TODOS LOS SANTOS
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El 1 de
noviembre se celebra la festividad de Todos los Santos. El día 2, la
Conmemoración de los Fieles Difuntos. En la noche del 1 al 2 de noviembre
doblan las campanas, tocan a muerto: es la noche de difuntos.
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Vientro negro, luna blanca...
Viento negro, luna blanca.
Noche de Todos los Santos. Frío. Las campanas todas de la tierra están doblando. El cielo, duro. Y su fondo da un azul iluminado de abajo, al romanticismo de los secos campanarios. Faroles, flores, coronas – ¡campanas que están doblando! – ...Viento largo, luna grande, noche de Todos los Santos. ...Yo voy muerto, por la luz agria de las calles; llamo con todo el cuerpo a la vida; quiero que me quieran; hablo a todos los que me han hecho mudo, y hablo sollozando, roja de amor esta sangre desdeñosa de mis labios. ¡Y quiero ser otro, y quiero tener corazón, y brazos infinitos, y sonrisas inmensas, para los llantos aquellos que dieron lágrimas por mi culpa! ...Pero, ¿acaso puede hablar de sus rosales un corazón sepulcrado? – ¡Corazón, estás bien muerto! ¡Mañana es tu aniversario! – Sentimentalismo, frío. La ciuded está doblando. Luna blanca, viento negro. Noche de Todos los Santos.
Juan Ramón
Jiménez, Jardines lejanos
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12.
NOCHE E ILUSIONES DE CORAZÓN ADENTRO
La noche para el poeta de “Campos de Castilla”, tan
sobrio, tiene a veces una fuente que mana ilusiones nunca experimentadas,
abejas que fabrican miel con viejas amarguras, sol ardiente y, más dentro, al
final, a Dios en el corazón del hombre.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado, Humorismos, fantasías, apuntes
13.
LA NOCHE, SEMILLA DEL DÍA
Al poeta hispanoamericano le entusiasma la noche.
Compone una oda. En su poema recogemos poéticos datos para nuestra NOCHE.
Una foto precisa, verso a verso, bien elegida, para
cada concepto del poema.
ODA A LA NOCHE
Noche,
Noche mía,
Noche de todo el mundo,
tienes algo
dentro de ti, redondo
como un niño
que va a nacer
como una semilla
que revienta,
es el milagro,
es el día.
José Luis Borges
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Especialista en expresión escrita
Emérito UCJC
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